En de gran importancia que ciertos pacientes tengan exactamente la asistencia debida en cada momento. Hay personas ancianas o con la movilidad reducida, que pueden verse desatendidos incluso cuando sus familiares tengan tiempo para realizar los cuidados. Un factor es el tiempo, pero otro muy distinto son los conocimientos y cualificación.
Se da muchos casos de familiares de personas dependientes que, simplemente, no pueden llevar a cabo las acciones necesarias, bien sea por desconocimiento o por imposibilidad física. El hecho es aún más grave cuando a la falta de conocimiento se une la falta de tiempo. En el punto de los cambios posturales, hay que actuar con total profesionalidad, ya que la periodicidad de estos cambios y la forma en que se realicen, determinará el mayor o menor éxito de la asistencia.
Hay casos en que las personas dependientes tienen problemas de peso, un problema añadido que puede resultar costoso para las personas encargadas de las movilizaciones. Los especialistas en Granada conocen todos y cada uno de los pasos que hay que seguir para llevar a cabo movilizaciones seguras, tanto para el paciente como para el cuidador. La relevancia de los cambios posturales radica en que es uno de los pasos fundamentales para evitar las úlceras por presión.
Estas se tratan de lesiones que pueden llegar a ser muy graves, y que se producen por la asociación de varios factores negativos. La falta de irrigación en la zona, la presión constante contra cualquier objeto (aunque sea un cojín o un colchón), la presencia de humedad en la zona... pueden hacer que las llagas o UPP aparezcan.
Las movilizaciones evitan que una zona se quede demasiado tiempo presionada contra un objeto, de manera que se mejorará la irrigación de la zona. Los cambios posturales habrá de ser realizados cada 2 o 3 otras o incluso menos, dependiendo de la gravedad de la afección.